No puedo más, empieza a
desbordarme todo esto. No sé cómo voy a explicar mañana lo de las últimas
facturas. ¿Acaso no entienden que es imposible en una semana? Son doce, doce
horas, sin descanso, ni siquiera para el almuerzo. Me pregunto qué hemos hecho mal. Seguimos los
pasos, los seguimos. Tan sencillo como trazar un punto ante ti, posarte sobre
él, lanzar otro más adelante y avanzar.
¿No era eso? ¿Dónde?, ¿Dónde entonces desviamos la trayectoria? Sabes que te
quiero, lo sabes. Pero cada vez es más duro arrancarse las sábanas, desdoblar
la ropa, abrir la puerta desde dentro y salir. Entiéndelo, no es tan difícil.
También es duro para mí. La casa. No
quiero hablar. Estoy cansado. Palabras textuales
Promesas
Hace 12 años
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