miércoles, 5 de septiembre de 2012

Proyectos


La luz penetraba entonces como una sinfonía por las ventanas.  Despertar a su lado me otorgaba una fuerza desmesurada y una paz solemne, extensa y segura.  Teníamos proyectos. Dibujábamos planos, establecíamos nuevas rutas, viajes exóticos. Compartíamos los aromas del té cada tarde, nos besábamos en el cuello, hacíamos el amor profundamente, nos recreábamos en la bañera. Los viernes, nos acurrucábamos en el sofá.